Una inesperada sorpresa (Parte 1)
A mitad del mes de mayo nos trasladamos a la sala de ensayo que conseguimos, bien espaciosa, pero acústicamente no era de lo mejor, pero en fin, la teníamos a disposición las horas y días que quisiéramos.
Fueron dos meses en la cual seguimos trabajando, y creamos dos temas nuevos: “Ángeles del Bajo Mundo” y “Falsa Divinidad”. Pero teníamos el problema de no tener un vocalista, menos que tipo de voz queríamos para la banda. Por la música que estábamos haciendo, no queríamos una voz gutural, sino que más bien carraspera, pero ni pensar en voces líricas. Dejar a la suerte el asunto, pero de todas formas, igual me preocupaba.
Tras la publicación de búsqueda de vocalista, no hubo respuestas, quizás no había interés por el estilo del grupo, sus tendencias, bandas que gustábamos, etc. Al final de cuentas, tuvimos solo una respuesta frente al aviso. Días después llegó a la sala un muchacho, (David Clunes) mucho más joven que todos nosotros. Debo confesar que no me pareció para la banda, a parte que en su e-mail de respuesta dijo que cantaba “barítono”, y que gustaba del heavy metal, Symphony X, y esos tipo de bandas, a parte de su edad de 22 años, creí que no tendría la madurez suficiente de pertenecer a un proyecto que iba en serio, y que lo tomaría “por un tiempo”, en fin. Para audicionarse cantó a capella un tema de Skid Row. Oh por dios! Tremenda voz éste muchacho! Quedamos atónitos por tan poderoso registro vocal!
Posteriormente, no obtuvimos más ofertas de vocalista. No quiero decir que nos quedábamos con David porque no teníamos más opciones, sino que por su gran registro vocal, y su forma particular de cantar, sería lo que solidificaría a nuestra banda en su música, tomar un perfil único.
Una desagradable sorpresa (Parte 2)
Con nuestro nuevo vocalista, y con una formación estable seguimos trabajando de lo más bien con los temas, aplicando las voces y melodías que estaban creados hasta ese entonces. Uno de los temas que fue creado por mí (melodías, coros y letra), más las guitarras creadas por Cristian fue la canción llamada “Aion”. Un tema bien simplón, pero bien armado, sumando las voces creadas por David, lo hizo un excelente tema. El problema fue, que navegando por internet, di con la página del ex-tecladista de mi anterior banda, utilizando el tema (…), mismo título y mismo coro. Le reclamé en un e-mail, que tras la disolución de la banda anterior, en su oportunidad nos repartimos los temas, y que los que él tuviese yo no los iba a trabajar, por un tema de caballerosidad y honestidad, y que el tema “Aion” era mío. Tras mi reclamo y exigiendo su respuesta, éste tipo me amenazó, que el tema era de el (…), que lo tenía inscrito en la Sociedad de Derecho de Autor, y que me demandaría, etc., etc. No pude creer que un tipo que se declara correcto fuese tan corrupto, ni siquiera me dio una respuesta objetiva, sino que se fue con amenazas, y cero base para contradecirme. Eso si la diferencia, es que ese tipo hace música electrónica, y auditivamente no era el mismo tema. Fue por un asunto más que nada de “acuerdo” que el no respetó. En fin, tipos cara de raja hay en todas partes, pero eso no iba a significar, que la canción tendríamos que no tocarla, para darle el gusto a ese weon? Ni cagando! La tocaremos igual, y es más, será parte del disco que grabaremos más adelante.
Francisco Arancibia / Marzo del 2011